Muchas personas toman la decisión de cambiar de país, de encontrar nuevos horizontes que le presenten personas, oportunidades laborales y académicas que les permitan desarrollar un proyecto de vida. Sin embargo, en el desarrollo de la vida, pueden encontrarse inconvenientes, de los cuales uno de los más desestabilizantes es el del riesgo de ser deportado, estar obligado a regresar al país de origen y con penalidades que les impiden a regresar a los Estados Unidos. Es por esto que, cuando nos vemos enfrentados a la posibilidad de la deportación, se hace tan crucial el tener acompañamiento profesional, la guía de alguien especializado y experimentado en los casos de deportación.
Existen diferentes razones por las cuales una persona puede evitar ser expulsado de los Estados Unidos. Por ejemplo, las personas que cumplan las siguientes características:
- Haber vivido por un mínimo de 10 años en el país.
- Haber sido caracterizadas por tener un buen comportamiento
- No haber cometido ningún delito grave (los conocidos como "aggravated felony")
- Que su expulsión del país conlleve a disminuir la calidad de vida de su cónyuge o hijos que vivan en Estados Unidos
Son personas que pueden emprender lo que es conocido como una cancelación de la deportación, un proceso que detiene la deportación y que incluso se puede articular en conjunto con otro llamado ajuste del status de ciudadanía, consistente en tomar a consideración estos factores mencionados anteriormente además del caso particular para llegar a otorgar una ciudadanía permanente a personas que no la posean, incluyendo a inmigrantes que hayan llegado a los Estados Unidos de manera ilegal.
Asimismo, es importante tener a consideración que si bien, la ayuda profesional usualmente está encaminada a detener la deportación y comenzar procesos que, por el contrario, conlleven a convertirse en un ciudadano permanente. Existen también casos en donde la mejor solución es el de la salida voluntaria, o tomar la decisión de dejar los Estados Unidos para evitar la multa, el proceso legal y la futura prohibición del ingreso al país. Esto, para permitir que, en un futuro, se haga un debido proceso que pueda llevarlo a usted a convertirse en un ciudadano legal y permanente.
Es por esto que la ayuda de un abogado de deportación es tan importante, porque con su trabajo y acompañamiento se pueden emprender procesos que cambien su suerte, que aseguren su proyecto de vida o que, por lo menos, causa el menor daño posible para que pueda continuarlo tan rápido como sea posible.